
En otra situación se le pidió a un grupo de personas que representasen su anuncio de TV favorito empleando un lenguaje inventado.
Mientras tanto otro grupo de cobayas realizaba las mismas actividades en su formato no-divertido (o no-humillante), es decir, pasos de baile sin pajita y sin venda en los ojos y dramatización de su anuncio favorito tal y como se emitía.
Tras estas tareas les pidieron a las cobayas que evaluaran cuanto se habían divertido e indicaran el grado de proximidad que experimentaron con su compañeros de prueba. La actividad de la pajita fue la que desató más hilaridad y sus compañeros con quienes se sintieron más próximos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario