Después de 20 años teniendo relaciones sexuales sin experimentar un orgasmo, una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su cara. Aprender a masturbarse a los cuarenta años supuso para ella un antes y un después. “Le cambió la perspectiva de la vida, por primera vez descubrió que su cuerpo, aparte de experimentar dolor, también podía proporcionarle placer”.
Quien lo dice es Jesús Ramos, psiquiatra del Hospital Ramón y Cajal de Madrid que le hizo ver que su falta de deseo sexual no era algo natural, como ella creía. Simplemente, no había tenido contacto con el placer, algo que la mayoría de las mujeres descubren en la infancia explorando su clítoris, es decir, masturbándose. Esto derriba uno de los mitos más extendidos: que los chicos se inician en esta práctica antes que las chicas por el hecho de disponer de un órgano sexual más fácilmente manipulable.
La creencia es falsa. Jesús Ramos, tumba este y otros mitos en su libro Un encuentro con el placer, la masturbación femenina basándose en un centenar de estudios científicos que han aparecido en la literatura médica en los últimos años. El libro refleja el tabú que la búsqueda del placer ha sido para muchas mujeres. En uno de los testimonios que recoge, una mujer explica que durante años creyó que era la única “que había hecho semejante descubrimiento”, porque ninguna de sus amigas hablaba de eso, mientras que los chicos no encuentran ningún impedimento para hablar de sus masturbaciones. Las cosas han cambiado mucho, pero persiste el manto de silencio. Muchas mujeres aún consideran esta práctica algo ajeno a la sexualidad femenina.
Sin embargo, la ciencia ha ido derribando un mito tras otro. Uno de ellos dice: la lenta respuesta sexual de las chicas hace que sea menos sencillo optar por la masturbación. Pero los cálculos de última referencia aseguran que no hay nada más lejos de la realidad. Las mujeres responden a los estímulos tan deprisa como los hombres: en 10 segundos. Tardan en llegar al orgasmo entre dos y cuatro minutos, como ellos, y menos si están muy excitadas.
Otra idea muy extendida sostiene que las chicas tienen menos deseo sexual y les cuesta más llegar al orgasmo. Pues no. La mitad de las mujeres los tienen a diario, o casi. No solo eso: un 42% se excita más rápida e intensamente que el promedio de los hombres; y la mayoría es capaz de tener más orgasmos: casi la mitad son multiorgásmicas. Entre estas últimas, casi todas se masturban. ¿Por qué? Según Jesús Ramos: “Porque con ninguna otra actividad sexual se alcanza un 96% de probabilidades de llegar al clímax. Dos de cada tres reconoce hacerlo para satisfacer la excitación, pero también tiene otras utilidades. El psicólogo Morton Hunt asegura que el 30% recurre a ella como sustitutivo de los ansiolíticos; se masturban para aliviar tensiones de cualquier tipo: una entrevista de trabajo o un examen.
Fuente(s): Quo.es
Fuente(s): Quo.es
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